En general no. El acto de escritura de por si las requiere para poder plasmar ordenadamente las ideas, transmitir un conocimiento coherente y acorde a lo que quiere expresar. Las metodologías son importantes en el sentido en que permiten que aquellas ideas dejen de vagar en nuestra cabeza y podamos materializarlas de una forma más efectiva. Una metodología de escritura me permite tener más claridad en lo que quiero decir delimitando algunos aspectos cruciales a la hora de elaborar un texto. Gracias al conocimiento de estas he podido definir cuáles son mis intereses y plasmar de un modo concreto y amplio mis percepciones o interpretaciones de la realidad. Así mismo considero que estas permiten trazar un rumbo dentro del escrito y ser más consciente de lo que estoy haciendo. El escribir como tal es difícil pero si se adquiere disciplina; estás podrán ser plasmadas sin mayores complicaciones.

¿Cómo escribo?
Bueno. Hay dos cosas cruciales en mi escritura: el orden y el azar. Para mi la unión de ambas hacen de la escritura un oficio apasionante. Hay situaciones, evocaciones y vivencias que surgen en un momento preciso, uno es participe de ellas y generan una percepción que despeja la mente y pueden dar motivos para escribir. Cuando se narran tales situaciones uno esta recordando y describiendo aquello que puede parecer fortuito e inmediato. Lo importante es hacer una memoria de eso porque muchas veces el olvido hace de las suyas. Aquello tan vivencial, que muchas veces depende de factores como el contexto puede ser un motivo suficiente para escribir. El orden es darle contundencia a eso, hacerlo con fluidez y seguridad. A la hora de escribir la concentración es vital porque esta da continuidad y marca el ritmo en el escrito, la música y la imagen juegan un papel fundamental a la hora de expresar en letras eso que quiero decir porque el texto como tal es integral y se nutre de otras manifestaciones artísticas que permiten una experiencia más amplia y universal del tema que se está tratando. Una libreta de apuntes es fundamental porque no solo permite desarrollar una actividad constante, gracias a ella se pueden consignar nuevas ideas que serán ampliadas luego o registrar las impresiones de un día o frente a una experiencia las cuales podrán ayudar en la elaboración de mi escrito. Observar, escuchar, hablar, activar los sentidos se vuelve fundamental a la hora de escribir un texto porque eso nos permite, no solo tener un conocimiento de la situación, sino tener una plena conciencia de aquello que estamos plasmando.

¿Es importante la escritura?
Mucho. Porque gracias a ella el hombre ha podido hacer memoria de su transitar por el mundo. Gracias a la escritura conocemos nuestra historia, hemos consignado nuestras impresiones del mundo que nos rodea, darle trascendencia a nuestras ideas y construir una identidad. Con la escritura puedo conocer con detalle un lugar, fantasioso o real, puedo ampliar mis conocimientos sobre un tema especifico, puedo comprender la diversidad de opiniones que se crean en torno al mundo y al conjunto de experiencias que nos hace únicos. La escritura ha permitido crear una identidad en el sentido en que expresa el sentir de un individuo o sociedad.
¿Para que escribo? Y ¿Cómo concibo el acto de escribir?
Yo escribo con el ánimo de expresar y construir mi identidad. Lo hago como una forma de analizar la realidad y aquello que nos rodea. El escribir como tal es una búsqueda constante, no solo de respuestas; también de dudas. Escribir es una construcción de la memoria, propia o colectiva, y se acude a él como una forma para entender algunos enigmas que permanecen a lo largo del tiempo.

¿Escribo para leer o leo para escribir?
Yo considero que ambas porque uno lee lo que escribe o lo que otros escriben con el ánimo de hacer una auto reflexión y buscar nuevas formas de plasmar esa realidad que nos rodea, además el leer lo que se escribe es darle vida a cualquier texto, se convierte en algo activo creando un dialogo constante. Indudablemente se lee para escribir porque la lectura como tal es la mejor escuela para un escritor. Ella da unas bases concretas, permite acercarnos al lenguaje y a diversas maneras de contar lo que está pasando, pasó o pasara. Se lee para escribir con el ánimo de tener un aliciente para plasmar una vivencia y se escribe para leer porque hay una necesidad de escucharnos pero también de escuchar al otro dándole a la escritura y a la lectura cualidades de presencia.
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