Si bien la posmodernidad propone una mirada distinta del ser, teniendo en cuenta su subjetividad, en contraparte a un modelo racionalista que no lo analizaba mas allá, el arte del siglo XX y los conceptos de posmodernidad tienen una relación muy fuerte debido a que este propone otra forma de representar el absurdo en el que vivimos. Las vanguardias del siglo XX, entre ellas el expresionismo, surrealismo y dadaísmo, de manera magistral representan la angustia del ser humano, las huellas de la guerra y las ruinas que sobreviven en la posguerra, la agonía de muchos paradigmas, el individuo que grita a solas mientras una masa vocifera, es el arte entonces un medio para muchos artista para expresar su inconformismos e incertidumbres ante un mundo ajeno y volátil. La obra de, Edward Munch, Salvador Dalí, René Magritte, Francis Bacón, crean un retrato perfecto de la eterna contradicción de nuestra historia, que se debate entre el resurgir y la destrucción.

El grito De Edward Munch

Persistencia en la memoria de Salvador Dalí

Los amantes de Magritte

Francis Bacon
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