1997. las noches de aquel año se llenaron de intrigas, persecuciones y bajas pasiones, como a mucho nos gusta. Con ustedes: La mujer del presidente. Mejor que un caso para el señor sherlock Holmes, con policías corruptos, fugas de cárceles y una que otra critica a la justicia colombiana, que de tanto cojear, ni llega.
Bueno y seguimos bien nostálgicos, en la posición NUMERO CINCO esta serie sí que duro mucho rato y dio de que hablar:
De 1993 a 1997: De pies a cabeza. ¡Qué jugada maestra señores! Muchos les hicimos porra a “los gatos” y quisimos ser los meros lisos en la cancha del barrio. Vimos crecer a Pablito y violeta entre balones, porras y hormonas pre-adolescentes. ¡Un golazo a la tele audiencia!
VAYA, VAYA. Esta vaina se está poniendo bien sabrosa. Y de las canchas nos vamos para los rincones de una casa muy particular, habitada por unos inquilinos, también muy particulares. Del 2003, caótica y delirante como este siglo XXI,en el puesto NUMERO CUATRO: Pecados Capitales.
Siete son los pecados y muchas las pasiones que despiertan. Jamás la convivencia fue puesta a prueba en este juego de forma tan magistral y lúcida. gritos, chismes, líos de faldas, las pelucas y desfachatez de la tía peluca y el abracadabra del mago kandú nos hicieron reir y desconfiar hasta del primo lejano. !y que se escuche ese fuerte aplauso!
BUENO, BUENOOO señoras y señores lentamente nos vamos acercando a la posición NUMERO UNO, pero hay que meterle algo de suspenso y drama a esto y que mejor que una novela de época que llaman para darle un toque de elegancia a nuestro top. Y como dicen las abuelas “de las agua mansas, líbrame señor” hundámonos en semejante intriga. Ostentando con orgullo la posición NUMERO TRES con ustedes, de 1994, ¡las aguas mansas!
Hay, hay, la venganza. Eso de hacer las cosas con pasiones desmedidas no es nada bueno pero al final todos se hacen las paces. Una buena historia, con ese fino toque de los años cuarenta. Inolvidables los vestidos, los grandes salones y al abuelo, campante y rozagante, en su silla de ruedas llevando la contraria a todo pulmón: “las pelotas del marrano”.
Y si damas y caballeros ya estamos a un pasito nada más de la posición NUMERO UNO pero antes miremos la medalla de plata, la penúltima, la niña resignada pero igual de buena. ¡NUMERO DOS! un caballero de fina estampa. Tremendo galán que dejo boquiabierto y muerto de la envidia a Don Juan. Con ustedes Pedro, el escamoso, mi mompirri.
Ah, como no olvidar aquel 2001. Muchos querían verlo de una vez casado con la doctora Paula. Huyendo de su caluroso pueblo por un lio de faldas, este galán llego a la fría y gran capital seduciendo a mas de una. Con pasito firme y simpatico acento Pedro el escamoso conquisto a las televidentes y de paso le enseño a bailar a más de uno. ¿Quién no se reventó de risa al ver a papas, abuelos y tíos bailar el pirulino (piruli – pim- pom) en las reuniones familiares? Sin duda alguna un tremendo clásico.
Y definitivamente lo bueno si no dura, pero fue un placer presentarles este TOP SEIS con las mejores telenovelas colombianas, un pequeño, pero sustancioso recorrido, por el melodrama criollo. Y con bombos y platillos recibamos como se merece a la NUMERO UNO. Mejor dicho niñas tangasen fino porque como reza el refrán popular: “la suerte de la fea, la desea la bonita”
“se dice de mi…” como nos conmovió en 1999 la fea más bella de Colombia. Con su poca agraciada sonrisa pero despampanante inteligencia y talento se gano nuestro corazón, y el del doctor Armando por cierto, despertando la envidia de cuanta peli teñida se propusiera hacerle la vida imposible. Algo nunca antes visto en la tv colombiana, las feas triunfaron, y lo cotidiano también. Mucha tela cortaron Betty, Nicolás y el “cuartel de las feas” y harta rabia daba cuando el presidente interrumpía la mejor parte de la telenovela con sus alocuciones en el extranjero y su queridísimo “Que Dios me bendiga y que Dios los bendiga, buenas noches” pero, a pesar de ello y de otras vainas que solo pasan en este país, Betty enamoro a más de uno.
No siendo mas, señoras y señores, fue un inmenso placer presentarles este TOP SEIS; un recorrido lleno de nostalgia. Recordar es vivir como dice el viejo y mas con esta televisión llena de Rosarios con tijera en mano, muñecas mafiosas y sostenes de silicona. Así que cuando prenda su televisor o este en la oficina, en el bus o en la universidad, admítalo, usted también no dejaba de perderle el rastro a semejantes culebrones.
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